LA PASARELA DE LOS GENERALES
Por: Licenciado Frank Braña Fernández
Cuba, último enclave del dogmático y obsoleto sistema comunista de tendencia estalinista en el mundo, sigue siendo noticia y marcando pautas en América, no por su poderío económico o militar sino por la manera eficiente en que ha logrado desarrollar su ideología e imponerla mediante la penetración en todo el continente. Con un aparato de inteligencia que superó a sus mentores de la KGB (1) y la STASI (2); tiene en la manipulación ideológica y los medios de propaganda su mayor fortaleza.Varios son los generales cubanos fallecidos en los dos últimos años, una larga lista que va desde longevos luchadores que formaron parte del núcleo fundacional de la revolución que llego al poder en 1959, hasta los que alcanzaron sus estrellas durante el desarrollo del llamado proceso revolucionario perteneciendo a nuevas generaciones. Esa pasarela de estrellas hasta los brazos de Hades es
objeto de especulaciones y tema recurrente en los diferentes espacios de la migración cubana en el exterior así como en los programas de los influencer.Un análisis objetivo de la realidad tanto internacional como cubana en particular permiten situar dos aristas; la primera, como producto de la pandemia del covid-19 la mortalidad escaló proporciones nunca vistas en la contemporaneidad, unido a la edad de la mayoría de los generales cubanos fallecidos los cuales ya estaban en un natural cierre biológico de sus ciclos vitales, a lo que se suma que pertenecían a la reserva sin mando de tropas o posiciones importantes salvo las excepciones del jefe del Ejército Oriental de Cuba, el general Agustín Peña y el general de división Luis Alberto Rodríguez López-Calleja jefe del poderoso Grupo de Administración Empresarial de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (Gaesa), miembro del selecto Buró Político y el «zar militar» de la economía y hombre que llevaba «el control en secreto» de las finanzas de la isla; la segunda una purga de acomodo del poder al más refinado estilo castro-estalinista amparado en las circunstancias pandémicas.
La verdad podrá conocerse en años o nunca; ser creída o no; los hechos continuar alimentando el mediático espectro de los cubanos de adentro y fuera de la isla o ser sobrepasados por otra noticia, pero lo importante es el futuro de Cuba, no un mortal más o menos.En Cuba existen dos poderes, el público que da cara al estado, al gobierno, es civil;
y el real detrás de bastidores que se sustenta en los órganos de inteligencia y tiene como nombre Castro Espin; en este entramado de hilos de poder nunca existirá un gobierno encabezado por un militar, ellos manejan las marionetas convencidos que la situación político-social actual de América Latina no acepta el color verde olivo en las casas de gobierno, estamos en pleno siglo XXI; un llamado de Hades el eterno aliado de las dictaduras a cualquier miembro de la cúpula; no es problema,
Cuba solo podrá cambiar mediante un movimiento popular que ponga a pensar a los militares de mediano y bajo rango o cuando los señores de la guerra vean sus intereses económicos afectados.El resto solo especulación y acomodos de fichas pero sin ninguna trascendencia en el cubano de a pie ni en las relaciones con los entes externos que han demostrado que poco les importan el pueblo y los principios.
Hace unas horas, un amigo de un departamento de inteligencia que con solo mencionar su nombre se respira aire de patíbulo, el ………, me comentaba que más allá de algún desorientado o todavía novato soñador,
las cosas marchaban como siempre.(1) Comité para la Seguridad del Estado, más comúnmente KGB, fue el nombre de la agencia de inteligencia y de la agencia principal de policía secreta de la Unión Soviética del 13 de marzo de 1954 al 6 de noviembre de 1991.
(2) Ministerio para la Seguridad del Estado, más conocido por su abreviatura Stasi, fue el órgano de inteligencia de la extinta República Democrática Alemana.