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Mensajes - Dr. Alberto Roteta Dorado

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                     LAS NUEVE FALLAS QUE OBLIGARON AL EJÉRCITO RUSO
                                 A REPLANTEAR SU ESTRATEGIA EN UCRANIA




WASHINGTON.- La ineptitud que mostró el ejército ruso en su intento inicial de invadir Ucrania asombra a los militares de carrera. Desde las primeras horas de la invasión, el segundo ejército más poderoso del mundo falló en casi todos sus movimientos. Ahora, después de siete semanas de una guerra que tanto Rusia como Occidente esperaban que durase apenas unos días, los ucranianos llevan las de ganar. Obligaron a los rusos a una retirada humillante desde el norte del país y detuvieron o revirtieron sus avances en la mayoría de los demás frentes.

Mientras Rusia redirige sus recursos para capturar la región oriental de Ucrania, la pregunta crucial es si su ejército podrá corregir las fallas del asalto inicial. Estos son los nueve errores más determinantes que identificaron los expertos militares.

1. Prejuzgar a los ucranianos

El peor error de todos fue subestimar tanto la voluntad como la capacidad de resistencia de los ucranianos. Rusia había planeado una victoria rápida y fácil, y esperaba que sus soldados fueran recibidos como libertadores. En vez de eso, los ucranianos se defendieron ferozmente, con la ayuda del armamento de Occidente.

Y el ejército no fue el único que se defendió. Los civiles comunes también tomaron la iniciativa de frustrar el avance ruso, como los habitantes del poblado agrícola de Voznesensk, que se armaron con rifles de caza y lanzaron ladrillos para ayudar a detener a los soldados rusos en la costa sur del país.

Muchos de los contratiempos con los que se encontró Rusia surgieron de este error inicial de cálculo, aunque no todos.

2. No preparar a sus tropas

De los testimonios de los soldados rusos capturados se desprende que a muchos no les habían dicho que iban a invadir Ucrania. Algunos cuentan que les dijeron que estaban participando de un ejercicio de maniobras, otros que nada más iban a enviarlos a la región oriental de Donbass. Eso implica que no estaban psicológicamente preparados para que les dispararan y los hicieran volar por el aire, como ocurrió casi desde el momento en que pusieron pie en Ucrania, lo que enseguida afectó la moral de las tropas, según señala Jack Watling, del Royal United Services Institute, con sede en Londres.

La enormidad de bajas que Rusia sufrió a partir de entonces terminé de hundirles la moral, dice Watling. Hace más de dos semanas, la OTAN estimó en 15.000 el número de muertos rusos, más que en la guerra de una década de la Unión Soviética en Afganistán. A pesar de que Rusia asegura que solamente perdió 1351 soldados, las autoridades ucranianas afirman haber recogido 7000 cadáveres rusos del campo de batalla.

3. Invadir sin contar con suministros suficientes o adecuados

Las unidades rusas no parecían estar preparadas en absoluto para las condiciones y circunstancias con las que se encontraron. Las unidades que esperaban entrar sin oposición alguna en Kiev y otras ciudades apenas llevaban suministros para dos semanas, y se les agotaron con rapidez. Enseguida surgieron videos que mostraban soldados rusos varados en las rutas al lado de sus vehículos sin combustible, o desesperados de hambre, saqueando comercios y robando gallinas.

Increíblemente, esas tropas también carecían de algunos elementos claves en una guerra moderna, como equipos de visión nocturna. Gracias a ese equipamiento, los ucranianos tomaron el control de la guerra nocturna, lanzando ataques y emboscadas al amparo de la oscuridad contra un enemigo que estaba a ciegas.

De hecho, hasta es posible que Rusia ni siquiera tenga suficientes armas convencionales para equipar a todas las fuerzas que está enviando al campo de batalla. Según testigos, algunos soldados recién reclutados en el frente oriental recibieron rifles fabricados en el siglo XIX, y que dejaron de producirse hace décadas.

4. No reconocer su mala logística

Los expertos militares describen una masiva falla logística: después de que el plan inicial salió mal, cuando las tropas se quedaron sin alimentos y demás pertrechos, los superiores no tenían planes para reabastecerse. Los tanques quedaron varados y los camiones mal mantenidos que les habían mandado se averiaron o perdieron las llantas, lo que terminó con el famoso convoy de 65 kilómetros convertido en embotellamiento.

“Los aficionados hablan de estrategia, los profesionales de logística” es un cliché que se repite en los círculos militares y al que los rusos no parecen haberle prestado atención.



5. No eliminar las defensas antiaéreas de Ucrania

Los expertos militares esperaban que los rusos lanzaran una campaña de bombardeos para destruir los sistemas de defensa antiaérea, las bases y los aviones ucranianos antes de que las tropas cruzaran la frontera. En vez de eso, las tropas irrumpieron sin apoyo aéreo. Quizás esto también pueda explicarse por el error de cálculo inicial de los comandantes al pensar que iban a encontrar poca resistencia. Pero que la fuerza aérea ucraniana siga volando siete semanas después confunde a los observadores militares.

6. Atacar desde demasiados frentes

La fuerza rusa —la más grande reunida en Europa desde la Segunda Guerra Mundial— resultó demasiado chica para luchar por el vasto arco de territorio del que Rusia intentó apoderarse, y mucho más para mantenerlo. La invasión inicial se lanzó desde cuatro frentes: el norte hacia Kiev, el noreste hacia Kharkiv, el este y el sur desde la península anexada de Crimea.

Una vez que la primera ofensiva encontró resistencia, las tropas se dispersaron a lo largo de las fronteras del país, tendiendo líneas de aprovisionamiento que ya no eran adecuadas. De acuerdo con la regla de “relación de fuerzas” que emplean los tácticos militares, una fuerza invasora necesita 20 soldados cada 1000 habitantes de un país. Para un país del tamaño de Ucrania, ese cálculo significa 880.000 soldados, dijo Michael Clarke, profesor de Estudios Bélicos del King’s College de Londres.

7. Uso de comunicaciones inseguras

Sorprendentemente, los rusos se embarcaron en una gran guerra utilizando teléfonos celulares y radios anticuadas para comunicarse. Los ucranianos tuvieron la posibilidad de interceptar mensajes sobre los movimientos rusos en el campo de batalla y acecharlos con emboscadas. Según un funcionario occidental, al menos algunos de los siete generales rusos caídos en el campo de batalla murieron porque los ucranianos interceptaron mensajes acerca de su ubicación.

Las comunicaciones militares rusas son tan accesibles que radioaficionados pueden escucharlas y retransmitirlas.

8. Proceder sin líneas de mando claras

Según los expertos, el ejército de Rusia —altamente centralizado— no faculta a las tropas que están en el terreno para tomar decisiones ni emitir órdenes. Los batallones que tuvieron dificultades de inmediato no pudieron cambiar de rumbo para adaptarse a sus nuevas circunstancias porque tenían que esperar las órdenes de sus superiores en Moscú (como se acaba de señalar, a través de líneas de comunicación inseguras).

A diferencia de los ejércitos de Estados Unidos y de otros países de Occidente, el ejército ruso no tiene suboficiales. Cuando las órdenes originales no dan resultado las tropas se tambalean, dijo a la CNN el teniente general retirado Mark Hertling, excomandante del ejército de Estados Unidos en Europa.

9. No tener un plan B

Es evidente que los rusos no estaban preparados para un escenario en el que encontraron resistencia. Cuando lo hicieron, al parecer no tenían ningún plan de respaldo. Por el contrario, las tropas siguieron adelante tal como se les había ordenado, cayendo en emboscadas constantemente y siendo abatidas por los ucranianos. Se enviaron convoyes blindados sin apoyo de la infantería, lo que los convirtió en objetivos fáciles para los ucranianos armados con antitanques portátiles, como los Javalin que les suministró Estados Unidos.

Según los expertos militares, todo el plan en general estuvo mal concebido desde un principio, desde el tamaño de la fuerza hasta su preparación y su capacidad para adaptarse a circunstancias cambiantes.

Por Liz Sly
Traducción de Jaime Arrambide

Tomado de:
https://es-us.noticias.yahoo.com/

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            FINLANDIA Y SUECIA PREVÉN ENTRAR A LA OTAN EN JUNIO Y RUSIA RESPONDE:
                        "NO TRAERÁ SEGURIDAD ADICIONAL AL CONTINENTE EUROPEO"




Tanto Finlandia como Suecia continúan su avance hacia la adhesión a la OTAN, que podría hacerse realidad el mes de junio. Rusia, que comenzó la invasión a Ucrania ante la amenaza de que el país se uniera a la Alianza Atlántica, recibe esta noticia a través del diario británico The Times y advierte que el ingreso de estos dos países "no traerá seguridad adicional al continente europeo".

Los parlamentos sueco y finlandés han abierto sendos debates para estudiar la solicitud de ingreso a la alianza, según ha confirmado el ministro finlandés de Exteriores, Pekka Haavisto, que ha hecho referencia a la coordinación que existe entre Helsinki y Estocolmo para este objetivo.

A su llegada al Consejo de Exteriores en Luxemburgo, ha confirmado que el Parlamento nacional finlandés comenzará esta semana los debates sobre el ingreso en la OTAN en base a una propuesta de seguridad planteada.

Hay que tener en cuenta que el país comparte 1.300 kilómetros de frontera con Rusia, y a pesar de que, igual que Suecia, mantiene una relación estrecha con la organización militar, el ingreso, que se prevé para este verano, es un añadido importante a las tensiones geopolíticas desencadenadas por el conflicto ucraniano.

"La alianza en sí misma es más bien una herramienta para la confrontación"

El diario británico The Times ha señalado la posibilidad de que ambos países se adhieran a la organización en la cumbre ordinaria que se celebrará a finales de junio en Madrid, y la respuesta de Rusia ha llegado rápidamente. "Hemos dicho en reiteradas ocasiones que la alianza en sí misma es más bien una herramienta para la confrontación. No es una alianza que garantice la paz y la estabilidad, y su mayor ampliación, por supuesto, no traerá seguridad adicional al continente europeo", dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa diaria.

Garantías de seguridad

Uno de los puntos clave para Finlandia es conseguir garantías de seguridad por parte de la OTAN para el periodo que va entre la solicitud de ingreso y la ratificación de todos los países aliados, cuando aún no estaría cubierta por la cláusula de defensa colectiva (el artículo 5 de la Alianza).

La semana pasada el secretario general de la organización, Jens Stoltenberg afirmó que los miembros de la OTAN estarían dispuestos a brindar esas garantías y señaló que si Finlandia decide incorporarse "encontrarán una forma de abordar este asunto".

Tomado de:
https://www.20minutos.es/

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                VLADIMIR PUTIN PURGÓ A 150 ESPÍAS DEL FSB TRAS EL FRACASO
                             DE LA TOMA DE KIEV DURANTE LA INVASIÓN A UCRANIA


Pertenecían al Quinto Servicio, una división encargada de desestabilizar al gobierno de Zelensky mediante el apoyo a figuras políticas prorrusas. Su ex jefe Sergei Beseda fue arrestado y trasladado a una cárcel usada durante la Gran Purga de Stalin



El presidente ruso, Vladimir Putin, purgó a más de 150 agentes la Oficina Federal de Seguridad (FSB), la agencia de inteligencia sucesora de la KGB, y envió a prisión al jefe del departamento responsable de Ucrania.

En una señal de la furia del mandatario ruso por los fracasos de la invasión, unos 150 oficiales de la Oficina Federal de Seguridad (FSB) han sido despedidos, incluidos algunos que han sido arrestados, según informó el diario británico The Times este lunes.

Los agentes expulsados pertenecían al Quinto Servicio, una división que Putin –entonces director del FSB– creó en 1998 para realizar operaciones en los países de la ex Unión Soviética, con el objetivo de mantener a esos países en la órbita de Rusia.

Las autoridades pusieron a Sergei Beseda, ex jefe del Quinto Servicio, bajo arresto domiciliario el mes pasado. Desde entonces ha sido trasladado a la prisión Lefortovo administrada por el FSB en Moscú, informó The Times. El NKVD, el predecesor de la KGB, usó la prisión para interrogatorios y torturas durante la Gran Purga de Stalin en la década de 1930.

La purga fue informada por Christo Grozev, director ejecutivo de Bellingcat, la organización de investigación especializada en Inteligencia militar.

El oficial había sido despedido por “informar información falsa al Kremlin sobre la situación real en Ucrania antes de la invasión”, dijo.

“Puedo decir que, aunque un número significativo de ellos no ha sido arrestado, ya no trabajarán para el FSB”, dijo Grozev a Popular Politics, un canal de YouTube sobre la actualidad rusa.

Beseda, que sigue siendo investigado, está detenido bajo la acusación oficial de malversación de fondos. En realidad, sin embargo, la base de su detención es la invasión fallida, de la que se ha culpado a la mala información sobre la situación política en Ucrania.

Se cree que ha sido sustituido por su adjunto, Grigory Grishaev, de 58 años.

Según Andrei Soldatov, un experto del Centro para el Análisis de Políticas Europeas (CEPA), la purga de Putin busca enviar un “mensaje muy fuerte” a otras élites en Rusia.

“Me sorprendió esto”, dijo Soldatov a The Times. “Putin podría haberlo despedido muy fácilmente o haberlo enviado a algún trabajo regional en Siberia. Lefortovo no es un lugar agradable y enviarlo allí es una señal de cuán en serio Putin se toma estas cosas”.

Soldatov dijo que el Quinto Servicio representa “el departamento más sensible del departamento del FSB, que está a cargo del espionaje en Ucrania. Y ahora parece que Vladimir Putin finalmente entendió que la inteligencia que le dieron antes de la invasión no era extremadamente precisa. Y él ha comenzado a buscar a su alrededor tratando de encontrar a alguien a quien culpar”.

Soldatov también sugirió que las autoridades rusas pueden sospechar que Beseda pasó información a la CIA, la agencia de Inteligencia estadounidense.

Antes de hacerse cargo del Quinto Servicio, Beseda trabajó en contrainteligencia, un papel que implicó un estrecho enlace con la estación de la CIA en Moscú. Si fuera un agente doble, explicaría las sospechas del Kremlin sobre cómo la inteligencia estadounidense había sido tan precisa en la preparación de la invasión.

Soldatov dijo que no creía que Beseda fuera un agente doble, pero dijo que era conveniente para los propósitos de Putin sugerirlo.

“Es bueno poder culpar a un traidor. Es algo muy ruso”, dijo.

En los años previos a la invasión, el Quinto Servicio había estado activo tratando de desestabilizar Ucrania mediante el apoyo a figuras políticas prorrusas e intentos de fomentar el malestar entre los grupos de extrema derecha en el oeste de Ucrania.

Grozev dijo que creía que los servicios de seguridad rusos habían desperdiciado “miles de millones de dólares” en intentos fallidos de asegurar el apoyo de la “clase política turbia” en Ucrania en el período previo a la guerra.

Tomado de:
https://www.infobae.com/america/

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     RUSIA INVADE UCRANIA: "PUTIN ES LA EXPRESIÓN DE UNA MENTALIDAD IMPERIALISTA
                          QUE BUSCA DESTRUIR LOS CIMIENTOS DEL ORDEN MUNDIAL"
                                                      Por: Lioman Lima


El orden global, tal y como lo conocemos, está en vilo. En la madrugada del jueves (24 de marzo) Rusia lanzó una invasión masiva contra Ucrania, en una escalada de agresiones militares que no se veían en el mundo desde 1945.

Cuando los tanques y los misiles de Rusia cruzaron hacia suelo ucraniano, mientras Naciones Unidas imploraba a Putin no iniciar el ataque, los principios del derecho y las relaciones internacionales que costaron dos guerras mundiales e innumerables vidas parecieron echados por tierra.

"Hechos como los que estamos viendo ahora se volvieron muy extraños desde 1945", dice a BBC Mundo Pablo de Orellana, experto en Rusia y académico de relaciones internacionales y conflictos bélicos de la universidad King´s College, en Londres.


Pablo de Orellana, experto en temas sobre Rusia, considera que Putin practica un tipo de nacionalismo llamado de exclusividad étnica: cree firmemente que los rusos solo estarán seguros si están bajo su control.

"Lo que fue una práctica a través de los siglos, invadir a tu vecino, se volvió casi imposible en la segunda mitad del siglo XX. Salió mal. Mira lo que le pasó a Sadam Hussein", comenta.

El experto recuerda que anexiones violentas, desde 1945, solo ha habido tres: Tíbet, Sahara Occidental y Crimea, la más reciente, en 2014.

"Es muy poco para tan largo periodo de tiempo. Y casualmente, o quizás no tan casualmente, Crimea y ahora Ucrania han sido orquestadas por la misma persona: Vladimir Putin", dice.

Pero ¿qué ha llevado a Putin a tratar de subvertir el orden que ha regido el mundo durante las últimas décadas? ¿Qué busca y qué hay detrás de sus decisiones? ¿Qué quiere de Ucrania y de Occidente?

Las respuestas no están del todo claras todavía, pero De Orellana tiene claro que sus consecuencias pueden poner en jaque al mundo tal y como lo conocemos.

"Estamos viviendo sin dudarlo un retroceso de esas reglas y sobre todo de los derechos iguales de los estados. Y esto, si no se responde con contundencia, puede tener resultados catastróficos", dice.

Pese a las advertencias y sanciones de Occidente, Putin ha lanzado finalmente una invasión a gran escala contra Ucrania. ¿Cómo puede entenderse esta decisión? ¿Qué hay detrás?

Desde hace años Putin buscaba imponer su presencia a nivel internacional y poco a poco se ha ido preparando para esto. Anteriormente, ya había tomado pedazos de territorios a otras naciones, como lo hizo con Abjasia y Osetia, en Georgia. Y para preparar sus tropas para estas incursiones y levantar su moral, no solo remodernizó el Ejército ruso, sino que lo llevó a campañas como la guerra de Siria, donde fueron bien preparados para acciones posteriores.

Lo que vemos ahora, sin embargo, es otro nivel. No ha sido como esas pequeñas anexiones en las que Putin decía que iba a proteger a una minoría rusa en partes de Georgia o Ucrania.

Ahora está buscando mucho más: controlar todo un país independiente y democrático.


Para justificar la invasión, Putin ha utilizado todo tipo de argumentos, desde la seguridad nacional, por la aspiración de Ucrania de unirse a la OTAN (que es remota) hasta la existencia de un supuesto "genocidio" o de "neonazis" en Ucrania. ¿Qué hay realmente detrás de la invasión?

Hay dos partes en esos argumentos.

Lo de la OTAN, como estrategia diplomática, fue genial, porque le exigió a EE.UU. y Europa algo que ni Washington ni la OTAN pueden prometer, que es que Ucrania no se uniría a la alianza, porque va contra sus principios.

Era en realidad una trampa: Putin sabía que nunca se le hubiese podido dar lo que quería. Pero le sirvió para justificar ante la opinión pública rusa la invasión: quedar bien ante su pueblo y atribuir la culpa a Occidente.

Esta misma mañana decía en la televisión rusa que esta era una guerra que les habían impuesto, lo cual es un sinsentido.

El otro punto es que Putin practica un tipo de nacionalismo llamado de exclusividad étnica: cree firmemente que los rusos solo estarán seguros si están bajo su control.

Para él, Ucrania y Rusia son parte de una misma etnia, de ahí el argumento para invadir Ucrania: proteger a esa población de habla rusa.

Ese es un argumento similar al que utilizó Hitler en 1938 para invadir parte de Checoslovaquia: la protección de una minoría étnica alemana.


Es la misma lógica y viene de la idea de que las etnias son razas, animales luchando por la supervivencia. Y si hay gente de otras razas en otro país, lo van a matar, porque toda raza busca sobrevivir una a costa de las otras.

Es por eso que le viene muy fácil y muy lógico a su propaganda asegurar que estos rusos están en peligro porque no están protegidos por nosotros. Esa es la idea detrás del argumento del supuesto genocidio, que es totalmente falso, pero que es válido dentro de la lógica de Putin en la cual asumes que vas a ser destruido si no destruyes antes tú.

¿Cómo se puede entender la visión del mundo y de la política de Vladimir Putin?

Putin lleva 20 años buscando reconstruir lo que él llama la esfera de influencia exclusiva en Europa del Este. Es un gran admirador de Stalin y de esa idea estalinista de que la Unión Soviética nunca estaría segura a menos que controle Europa del Este, lo que obligó a los aliados a darle Europa del Este después de la II Guerra Mundial.

Él quiere salvar a Rusia de la misma manera que Stalin salvó a la URSS. Lo que en Rusia llaman la Gran Guerra Patriótica es lo que conocemos como la II Guerra Mundial. Y por eso ahora está usando de nuevo para referirse a Ucrania este discurso de la Gran Guerra Patriótica o de llamar sin fundamento, nazis a los ucranianos.

Putin ha reinventado el nacionalismo ruso sobre la base de las mismas teorías nacionalistas del zarismo y de la Unión Soviética. Es un nostálgico de ese pasado y se ve a sí mismo como su continuador y en ese sentido, Ucrania es un lugar especial para la continuidad entre ese pasado y la Rusia de ahora.

Ahora quiere cambiar el gobierno en Ucrania porque le exaspera que no está bajo control ruso. En cierto sentido es una patética demostración de debilidad, de que no le queda otro remedio, porque ha tratado de controlar Ucrania, pero que no ha podido.


Y ¿por qué Ucrania es tan importante para Putin?

Ucrania es vital por varias razones. Una de ellas es geográfica: si está obsesionado con la idea de que le van a destruir, Ucrania, al estar en gran parte llanura, es un lugar de acceso favorable a Rusia. Es, de hecho, el lugar por donde muchas invasiones a Rusia han pasado históricamente, desde Napoleón, hasta los nazis.

También es donde vive la minoría rusoparlante más grande en el exterior. También por el simbolismo histórico: Ucrania fue la gran conquista de los nacionalistas del 1800. Pasó a manos de Catalina la Grande de manos de su gran general Potemkin.

De hecho, fue en esa época cuando conquistaron el Dombás y le dieron el nombre de Nueva Rusia y se volvió una colonia.

Pero también hay un hecho político: ha dicho tantas veces a su pueblo que la seguridad de Rusia depende de Ucrania, que no lograr controlarla, le hace quedar mal.

Ahora, con esta invasión, esto se vuelve más grave, porque ha caído en una clásica trampa nacionalista. Está forzado a utilizar cualquier método para ganar porque si no quedará deslegitimado ante su propia gente.

Y ¿qué consecuencias puede tener esto para el resto de los países?

El impacto a nivel internacional ya lo estamos comenzando a ver, con las respuestas de China de que Occidente está exagerando. Y es que China, como Rusia, es un país que también busca ese revisionismo y que está mirando atentamente cuál es la respuesta internacional, porque de ella dependerá también qué sucede si China se lanza sobre Taiwán.

China, como Rusia, ha declarado muy abiertamente su aspiración a gobernar Asia, sobre todo el sudeste asiático. ¿Por qué? Porque puede hacerlo. Y Putin lo ve igual. Cree que Occidente no le está dejando gozar los frutos del poder militar de Rusia.

¿En qué medida esto supone un fin del orden internacional que ha regido durante los últimos 70 años?

Si la comunidad internacional no logra detener esto, si no tomamos conciencia de todo lo que está en riesgo, el actual orden internacional va a caer.

Porque estas normas internacionales son como las reglas de una casa o entre amigos: solo existen y son válidas en la medida que la gente las practica. Y Rusia ya ha demostrado que no quiere hacerlo.


El orden internacional ya estaba muy débil después de los años de Trump y esto nos pone en una situación espantosa.

Pero hay que decir que Trump vino a dar el tiro de gracia a un orden que ya estaba marcado por muchas hipocresías y contradicciones.

El problema de este orden internacional es que no ha sido llevado con coherencia. Piensa, por ejemplo, la guerra de Irak y otros tantos eventos en los cuales potencias occidentales cambiaron los gobiernos de otros países a la fuerza: Afganistán, o tantos en América Latina.

El hecho de que Occidente haya creado excepciones para sí mismo del mismo orden, ya fue debilitando mucho este orden, durante la Guerra Fría y aún más en los años 90.

Muchísimos nacionalistas occidentales, desde Orban, Trump o Salvini, cada uno a su manera, llevan exigiendo las mismas excepciones y la destrucción total de las reglas internacionales.

Por eso, las viejas izquierdas, por ejemplo, miran ahora a Putin como el mesías que tiene el coraje de destruir esas reglas e ir a la guerra.

Es el caso de países latinoamericanos, como Cuba, Nicaragua o Venezuela. ¿Cómo se explica ese apoyo de gobiernos que se presentan como de izquierda a un nacionalista de derecha como Putin? ¿Es solo una cuestión económica o de hacer contrapeso político a EE.UU.?

Ha sido muy interesante cómo Putin ha logrado usar a la vieja izquierda occidental al punto que a veces da la impresión que no se han enterado que la Rusia de hoy no es la Unión Soviética y que aunque estos países se declaran comunistas, la Rusia de hoy no lo es.

Lo cual es particularmente trágico porque Putin no es un comunista. Me parece obsceno que logre jugársela a viejos comunistas.

En América Latina, lo que sucede es que Rusia ha sabido meterse en ese espacio político que estaba vacío y ha logrado repetir su eco en esos países, ya no solo con RT en español, sino con la propia Telesur, la cadena de televisión que apoya Venezuela y que reproduce los patrones de la maquinaria de propaganda rusa.

¿Cómo se puede entender que en pleno siglo XXI, un país lance una invasión a gran escala contra otro basado en mitos y reescrituras históricas del pasado? ¿Es esto acaso una nueva forma de imperialismo?

Putin es la expresión de una mentalidad imperialista de nuevo orden que busca destruir los cimientos del orden mundial actual. Es por así llamarlo, un ´imperialismo posimperialista´. Es un tipo de imperialismo sin dudas, pero va mucho más allá.

Lo que está promoviendo es una reversión total de la historia y de los los acuerdos y tratados que tanto costaron, desde un punto de vista histórico y humano.


Tomado de:
https://www.bbc.com/mundo

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             RUSIA VS. UCRANIA, A UN MES DEL GRAN CONFLICTO DEL MOMENTO.
                                            Por: Dr. Alberto Roteta Dorado.-




Santa Cruz de Tenerife. España.- La guerra entre Rusia y Ucrania se extiende ya por más de un mes. El infausto 24 de febrero quedará para la historia, no solo como el inicio de la invasión del ejército ruso a Ucrania, sino como el comienzo de una nueva etapa de la historia de estos tiempos, etapa marcada por los malvados propósitos expansionistas del régimen ruso para retornar a la era de la desaparecida Unión Soviética bajo el poderío del comunismo. La recuperación de los territorios perdidos tras su independencia parece ser uno de los objetivos primordiales del régimen de Putin. Las persecuciones, desapariciones forzadas, secuestros y encarcelamientos a quienes se oponen a los cánones del mandatario ruso son una prueba innegable de ese lamentable retroceso en la historia de Rusia.   

Las conversaciones entre ambas partes para llegar a un acuerdo que ponga fin al mayor desastre de esta naturaleza en Europa, desde los tiempos de la Segunda Guerra Mundial, no han sido para nada satisfactorias. Las sendas sanciones económicas  – muy bien merecidas y necesarias a pesar de los detractores en este sentido– per se no pondrán fin al conflicto; aunque han funcionado por encima de las expectativas: el régimen ruso está aislado y su economía devastada en solo unos pocos días; algo que merece ser destacado y sobre todas las cosas considerar el encomiable papel del Gobierno de Estados Unidos y la Unión Europea, UE. 

El megalomaníaco del Kremlin cree estar en lo cierto y sigue en su obstinada ofensiva contra el territorio ucraniano. Las tropas del ejército ruso están en Kiev, la capital añorada de Putin, lo que es definitorio para el desenlace final de los acontecimientos. Exigen la entrega de Mariúpol, la hermosa ciudad costera a orillas del mar de Azov, sitiada desde hace varios días. El ejército ucraniano sigue dando muestras de una heroica resistencia digna de destacar, aún cuando sabe con certeza que se enfrenta al gran poderío de las tropas rusas. Las pérdidas de miles de soldados del ejército ruso – se estima que entre 7.000 y 15.000 soldados rusos han muerto en la contienda (datos de la OTAN), así como de varios de sus más grandes militares, incluidos más de cinco generales, nos dan la medida de la preparación de las tropas ucranianas.

Mientras tanto, y desde la distancia, surgen las más absurdas especulaciones. La prensa sensacionalista, y también la más moderada y objetiva, en su afán de estar en “la última”, han creado una atmósfera que va desde el pesimismo derrotero hasta las entrevistas a generales retirados de otras naciones, los que muy poco han podido aportar, toda vez que no se dispone de la información necesaria para poder predecir acerca de movimientos tácticos de ambos ejércitos; aún cuando se tienen las estimaciones acerca de los avances de los rusos por territorio ucraniano, sus numerosas bajas y la capacidad de resistencia de Ucrania.

De ahí que los esfuerzos quedan reducidos a desatinadas especulaciones en torno a vencedores y derrotados, al añorado cese al fuego, a las preparaciones militares de ambas partes, entre otras tantas hipótesis y conceptualizaciones bien distantes de lo que en realidad pudiera suceder en los próximos días; aunque el pronóstico es sombrío y aterrador. Sombrío ante la incertidumbre y esa posibilidad objetiva de que las tropas rusas se estén reorganizando para asumir una feroz ofensiva que, lamentablemente, pudiera ser debilitante para Ucrania. Aterrador, por las continuas amenazas de Putin respecto al empleo de sus recursos nucleares para lograr sus objetivos e intimidar al mundo occidental, que como se sabe, apoyan cuasi en su totalidad a Ucrania.   

Para no caer en la especulación carente de sentido, ni en supuestas predicciones sin objetividad – lo que no es digno del análisis teórico en materia de política– me limitaré en este, mi segundo comentario en relación con el conflicto Rusia-Ucrania, a algunos aspectos en torno a la desinformación y tergiversación de la información acerca del principal suceso del momento.

Vladimir Putin, único culpable

En primer lugar es necesario dejar bien precisado que los culpables de la agresión e invasión al pueblo ucraniano  –toda vez que desde el inicio de la guerra las tropas rusas han atacado a poblaciones civiles e infraestructuras que no tienen nada que ver con la actividad militar– no es ni el Gobierno de los Estados Unidos, cuyo presidente Joe Biden ha tenido una participación destacada en oposición a las criminales acciones de Rusia, ni la Organización del Tratado del Atlántico Norte, OTAN, entidad que no ha hecho más para evitar que el conflicto adquiera un carácter universal, ni la Unión Europea, UE, como se pretende difundir en algunas partes del mundo, cuyos regímenes totalitaristas han apoyado desde el inicio del conflicto al régimen de Vladimir Putin.

Solo hay un culpable en todo el conflicto, y este es el presidente ruso Vladimir Putin, cuyas acciones serán investigadas y sentenciadas en su momento, por cuanto constituyen crímenes de guerra y de lesa humanidad. Recientemente el Gobierno de Estados Unidos y la UE denunciaron que Rusia ha cometido crímenes de guerra en Ucrania. El fiscal del Tribunal Penal Internacional anunció el 2 de marzo la apertura inmediata de una investigación sobre situaciones en Ucrania por posibles crímenes de guerra, algo que reafirmó Antony Blinken, secretario de Estado estadounidense.

Ningún gobierno del mundo tiene derecho a hacer uso de la fuerza e invadir cruelmente ningún territorio por considerar que sea una “amenaza” para su nación, el principal fundamento que ha estado utilizando Putin para justificar su invasión a Ucrania; aunque se sabe que sus pretensiones van mucho más allá de esto. El viejo agente de espionaje en los tiempos del comunismo soviético aspira a reconformar la URSS, y Ucrania es su más preciado tesoro, toda vez que no solo es el granero de Europa, sino que parte de su propio ejército formaba la nómina del gran ejército de los tiempos de la URSS, amén del arsenal de armas nucleares, las que, junto al ejército, y hasta la limpieza de Chernóbil, tuvieron que ser repartidas a la hora de la separación definitiva de Ucrania en los inicios de los noventa del pasado siglo XX. 


Imágen desoladora que muestra los estragos de los bombardeos a infraestructuras civiles. El discurso político de Putin cambia, toda vez que se resiste a admitir su fracaso estratégico. Ahora el objetivo, más que derrocar a Zelenski y adueñarse de Kiev, se concentra en limitar la intervención para controlar el Donbás.

Ucrania es una nación independiente, y retomo la frase con la que comienza mi primer escrito dedicado al tema: cuando Rusia no era nada, ya Ucrania era Ucrania. Como república fundadora de la desaparecida Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, URSS, Ucrania poseía la capacidad teórica de abandonar la Unión Soviética, algo que parecía imposible que sucediera. Recordemos que Mijaíl Gorbachov quería reformar la URSS, no disolverla. En 1991, cuando el grupo fuerte del Kremlin dio un golpe de Estado contra Gorbachov, el Parlamento ucraniano, elegido democráticamente, se adelantó sobremanera a declarar la independencia en una sesión de emergencia y a convocar a los ucranianos a las urnas para que decidieran si ratificaban la decisión. En dichas elecciones votó el 84% de la población ucraniana, y el 90% determinó separarse de Rusia. En 1994, Ucrania se convirtió en la primera ex-república soviética en transferir el poder pacíficamente a través de una elección, y pasó al capitalismo durante la próxima década.   

Sin embargo esto no es lo que se dice, al menos abiertamente y en la plenitud de sus detalles, en algunas naciones del mundo cuyos regímenes totalitaristas las mantienen en una total desinformación. Recientemente el diario Granma, medio de prensa oficialista de Cuba, y como ellos mismos se autoproclaman, es el órgano oficial del Partido Comunista de Cuba, publicó un escrito basado en las opiniones del “investigador” Mario Antonio Padilla Torres. Según el: “Occidente vio un peligro en el despertar de ese país e incentivó a que antiguos países socialistas y exrrepúblicas soviéticas se incorporaran a la OTAN para desarrollar un cerco en torno a Rusia. A ello se añade el incumplimiento de los acuerdos de Minsk I y II, los trágicos acontecimientos en la región del Donbass y la permanente petición del Gobierno de Ucrania de adherirse al bloque militar”.

Con lo que crea las bases teóricas para que los cubanos vean a los Estados Unidos, al mundo occidental y a la OTAN como los verdaderos culpables del asunto. No hay tal cerco en torno a Rusia. Téngase presente que, al igual que Ucrania, el resto de las naciones que integraban la antigua URSS son libres e independientes, y por lo tanto, tienen el derecho de pertenecer a las instituciones, instancias y organismos que consideren oportuno. En todo caso es Rusia quien penetra deliberadamente en las acciones de los gobiernos de naciones como Ucrania, a quien siguen viendo como parte de Rusia – ya ocurría mucho antes de la llegada del comunismo–. Países como Bielorrusia, cuyo gobierno está siendo presionado para que intervenga directamente en la guerra contra Ucrania, Kazajistán (la gran reserva de petróleo después de Rusia), Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán, han mantenido regímenes totalitarios con represión absoluta hacia la oposición y estrechos lazos con
Rusia, de quien reciben no solo el apoyo económico, sino el asesoramiento político y militar.


Sin embargo esto no lo trata Padilla Torres, quien solo ve el lado “oscuro” del asunto en el supuesto peligro que representan las naciones que, como Estonia, Lituania  –la primera república soviética en declarar su independencia en marzo de 1990–, Letonia, Armenia, Georgia (firmó acuerdo de unión a la UE) y Moldavia, han asumido una posición bien diferente, toda vez que se han abierto al occidente y dejado a un lado la maléfica influencia del imperio ruso. El considerado especialista en temas de Europa del Este acude, una vez más, al polémico tema de la rusofobia, para finalizar el escrito, al insistir en que se ha agredido el libre flujo de la información “a conveniencia de quienes han provocado la actual crisis europea, es decir, EE. UU. y la OTAN. La compañía Cogent, que brinda servicios de internet, había informado a las firmas rusas la interrupción de sus servicios a partir del 4 de marzo. Como si no fuera suficiente, han aplicado a Rusia restricción de visibilidad y posicionamiento mediático en los buscadores, que mantienen un oligopolio casi absoluto, todos manipulados desde San Francisco”.

Con lo que reafirma no solo su posición defensiva respecto a Rusia y su premeditada acusación hacia los gobiernos occidentales y la OTAN en el grave conflicto del momento, sino que es el portavoz del diario oficialista cubano y del régimen castrista, cuyos mandatarios se han pronunciado a favor de Rusia, ya sea por conveniencia política y económica con dicho país, por maldad comunista, propia de todo sistema totalitario, o por ir en contra del Gobierno de Estados Unidos y de la mayor parte del mundo, como suele suceder desde los viejos tiempos del dictador Fidel Castro. Téngase presente que estamos ante una guerra, ante una verdadera invasión del ejército ruso al territorio libre e independiente de Ucrania, y no de una simple "operación militar especial", como refiere el Kremlin y repiten los satélites de Latinoamérica: Cuba y Venezuela. 

La rusofobia y las falsedades en torno al conflicto Rusia-Ucrania

Se ha estado empleando el término rusofobia de manera deliberada y con premeditación y alevosía. Se pretende insistir en un acoso hacia el régimen ruso por parte de las principales naciones occidentales y del gobierno de Estados Unidos. Nada más absurdo que esta ridícula hipótesis. El aislamiento total en que se encuentra Rusia no es más que la resultante de las desatinadas acciones de Vladimir Putin y sus seguidores. Las sendas sanciones aplicadas desde el inicio de la invasión han jugado su papel en este sentido, si bien, como ya afirmé antes, por si solas, y como elemento aislado, no pondrán fin al conflicto armado. Unirse a favor del pueblo ucraniano y en contra de los invasores rusos es un acto de justicia y no una rusofobia. No se trata de un rechazo hacia el pueblo ruso, hacia la grandeza de la cultura, el arte y la literatura rusa, hacia sus tradiciones, su arquitectura, sus grandes templos ortodoxos, sino de repulsión hacia un cruel mandatario que pretende apropiarse de territorios liberados de las garras del comunismo hace varias décadas.

La propaganda rusa miente y trata de alejar al pueblo ruso de la realidad del grave problema. Ahora califican la “operación” como un éxito, aún cuando todos sabemos acerca del fracaso estratégico de la invasión rusa, así como al uso indiscriminado de los bombardeos contra objetivos civiles, algo que las autoridades del Kremlin niegan a pesar de las evidencias. El Kremlin se resiste a aceptar la realidad de la situación, en la que llevan estancados semanas sobre el terreno soportando numerosas bajas humanas y materiales. El ejército ruso está siendo destruido –según las afirmaciones de Dimitro Kuleba, ministro de exteriores de Ucrania–, a pesar de que el régimen de Putin solo reconoce la pérdida de 1.351 soldados rusos, y otros 3.825 heridos.

Y así las cosas, ha pasado más de un mes. El discurso político de Putin cambia, toda vez que se resiste a admitir su fracaso estratégico. Ahora el objetivo, más que derrocar a Zelenski y adueñarse de Kiev, se concentra en limitar la intervención para controlar el Donbás y ayudar a las facciones prorrusas de Donetsk y Lugansk.


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     LA OTAN ANUNCIA NUEVOS BATALLONES DE COMBATE EN ESLOVAQUIA, HUNGRÍA,
                                 RUMANÍA Y BULGARIA ANTE LA AMENAZA RUSA


Lo ha anunciado el secretario general de la OTAN en una rueda de prensa previa a la cumbre extraordinaria que reunirá este jueves al presidente de EE.UU.. Joe Biden, con los socios europeos por primera vez desde la invasión


Jens Stoltenberg, durante la rueda de prensa este miércoles - EFE

La OTAN aprobará el despliegue de refuerzos militares en la frontera oriental en la cumbre extraordinaria que se celebra el jueves en Bruselas con la participación de todos los presidentes aliados, incluido el estadounidense Joe Biden. La organización militar prepara el despliegue de más unidades en cuatro países de su flanco oriental, Bulgaria, Hungría, Rumanía y Eslovaquia, con tropas multinacionales al mando directo de la OTAN. Actualmente, ya están situadas otras cuatro unidades de combate en Estonia, Letonia, Lituania y Polonia.

La reunión que se celebra el jueves por la mañana en la sede de la organización tiene como objetivo subrayar la cohesión en ambas orillas del Atlántico ante la situación creada por la invasión rusa de Ucrania.

Según fuentes oficiales norteamericanas, «el presidente viaja a Europa para reforzar la unidad que hemos construido con nuestros aliados y socios en respuesta a la invasión brutal de Rusia a Ucrania y consultar sobre los siguiente pasos» que se necesitan dar para afrontar una situación que no va a terminar a corto plazo.

La OTAN querrá ofrecer su respaldo no solamente a Ucrania, sino a otros países asociados que, en palabras del secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, «tienen que hacer frente al riesgo que representa la presión de Rusia», y entre los que ha mencionado a Georgia y a Bosnia y Herzegovina. «Estamos decididos a hacer todo lo posible para apoyar a Ucrania. Pero tenemos la responsabilidad de garantizar que la guerra no se intensifique más allá de Ucrania y se convierta en un conflicto entre la OTAN y Rusia», añadió Stoltenberg.

El dirigente aliado también dijo que el uso de armas nucleares o químicas, como había evocado Biden, «cambiará fundamentalmente la naturaleza del conflicto. Y Rusia debe entender que nunca se debe librar una guerra nuclear, y nunca se puede ganar una guerra nuclear», por lo que lo mejor sería que «Rusia abandone sus amenazas nucleares, porque es peligroso e irresponsable». En todo caso, «la OTAN tiene planes para proteger a todos los aliados contra cualquier amenaza. Que no quede ninguna duda sobre nuestra preparación para proteger y defender a los Aliados contra cualquier amenaza, cualquier ataque y, por supuesto, tenemos planes para hacer exactamente eso», en caso de que Rusia amenazase con utilizar armas nucleares.

El factor de incertidumbre que supone la posición ambigua de China también será evocado en la reunión, puesto que el gigante asiático «ha brindado apoyo político a Rusia, incluso mediante la difusión de mentiras descaradas y desinformación, y a los aliados les preocupa que China proporcione apoyo material a la invasión rusa». Por ello, desde la cumbre hará «un llamamiento para que cumpla con sus responsabilidades como miembro del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y se abstenga de apoyar el esfuerzo bélico» de Rusia.

Reunión del G-7

Además de la reunión en la OTAN, Biden tiene previsto verse con los dirigentes del G-7 y de hablar por la tarde en una sesión del Consejo Europeo. Su objetivo es «coordinar la siguiente fase de la asistencia militar a Ucrania» y debatir sobre las posibles sanciones adicionales a Rusia.

Además, el presidente estadounidense, según fuentes oficiales, «anunciará una acción conjunta para mejorar la seguridad energética europea y reducir la dependencia de Europa del el gas ruso». Biden tiene previsto también explicar sus planes sobre la ayuda humanitaria a Ucrania «para aliviar el sufrimiento de los civiles» en la zona de guerra. Desde Bruselas, el presidente Biden viajará a Polonia, donde se verá con las tropas estadounidenses allí desplegadas como elemento disuasivo contra posibles agresiones por parte de Rusia.

Tomado de:
https://www.abc.es/#vca=logo&vmc=abc-es&vso=noticia.foto.internacional&vli=cabecera-sticky

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RENUNCIA A KIEV Y SE CONCENTRARÁ EN EL DONBÁS
EL KREMLIN DA UN VOLANTAZO MILITAR EN UCRANIA: LAS CINCO CLAVES DE LA 'DESESCALADA' RUSA


El alto mando del Ejército de Rusia ha explicado que la primera etapa de la "operación militar especial" en Ucrania está casi terminada y pasa a centrarse en el Donbás, el verdadero objetivo ruso


Manifestantes contra la guerra en la capital de Georgia. (Reuters/Irakli Gedenidze)

Por K. A. P.

Cuando se acaba de cumplir un mes del inicio de la invasión rusa a Ucrania, el Kremlin acaba de dar un volantazo militar que, de confirmarse, cambia por completo las perspectivas de la guerra y comenzaría, 'de facto', una desescalada de la ofensiva en gran parte del país. El viernes, el jefe de la Dirección Principal de Operaciones del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de la Federación de Rusia, el general Sergei Rudskoy, dio un inesperado discurso en el que aseguró que, cumplidos los objetivos de la "operación militar especial", las tropas dispersas por varios frentes en el país se concentrarán ahora en una única meta: el Donbás.

Su intervención, publicada posteriormente en la página del Ministerio de Defensa de Rusia, está cuajada de propaganda orientada el público doméstico —al que la censura apenas ha dejado ver la realidad de la guerra— y apunta directamente a los elementos que utilizará Moscú para vender una victoria. "El curso de la operación confirmó la validez de esta decisión" —asegura el alto militar al comienzo de su alocución— "y está siendo conducida por el Estado Mayor en estricto cumplimiento del plan aprobado, llevando las acciones a cabo para minimizar las pérdidas de personal y el daño a civiles". Pero también da indicios de lo que puede suceder en las próximas semanas. Estos son las cinco claves del discurso de Rudskoy para comprender cómo impacta esta nueva estrategia en el escenario bélico.

1. Un cambio gradual de narrativa

General Rudskoy: "La opinión pública y los expertos se preguntan qué estamos haciendo en las áreas de las ciudades ucranianas bloqueadas. Estas acciones se llevan a cabo con el objetivo de causar tal daño a la infraestructura militar, el equipo y el personal de las Fuerzas Armadas Ucranianas. Como resultado, no solo golpeamos sus fuerzas y no les damos la oportunidad de fortalecer su reagrupamiento en el Donbás, sino que no les permitimos hacerlo hasta que el Ejército ruso haya liberado completamente los territorios de Donetsk y Lugansk".

Moscú ha ido modificando, gradualmente, la narrativa de la invasión. La guerra, cuyo principal objetivo era derribar al Gobierno de Volodímir Zelenski para instalar un presidente títere que mantuviera a Ucrania en la órbita rusa, ha sido limitada a una intervención para ayudar a las facciones prorrusas de Donetsk y Lugansk a controlar el territorio —en disputa desde 2014—. En este relato, los sitios de Kiev, Járkov, Chernígov, Sumi y Nicolayev —así como la toma de Jersón— tan solo habrían sido una táctica para evitar el ataque ucraniano al Donbás, y no fallidos asaltos a las principales ciudades del país.

"Tenía la hipótesis de que el objetivo mínimo de Moscú podría ser en este punto tratar de tomar control de todo el Donbás, buscar un acuerdo político y después girar su discurso y asegurar que eso era de lo que iba realmente esta operación en un esfuerzo para salvar los muebles y declarar victoria", valoró Michael Kofman, director del programa de estudios rusos en el grupo de análisis CNA, en su cuenta de Twitter.

2. Nuevos objetivos militares

General Rudskoy: "Inicialmente, no planeamos asaltar las ciudades para evitar destrucción y minimizar pérdidas de personal militar y civiles. Y, aunque no descartamos esa posibilidad; sin embargo, según los grupos completen sus tareas —y lo están haciendo exitosamente— nuestras fuerzas y medios se concentrarán en el asunto principal: la completa liberación del Donbás".

Uno de los escenarios contemplados desde el principio de la invasión apuntaba a que Rusia podría tratar de replegarse y buscar hacerse fuerte en el sur, un movimiento con dos posibles pasos. Primero, con la toma del enclave portuario de Mariúpol —que lleva desde el principio de la invasión bajo fuerte asedio enemigo—, un punto que les permite establecer un corredor terrestre entre la península de Crimea (anexionada ilegalmente por Rusia en 2014) con los territorios bajo control prorruso en Donetsk y Lugansk, en el Donbás. El discurso de Rudskoy incluye la mención específica a que la liberación de Mariúpol continúa. El segundo incluiría la toma de la ciudad costera Odesa, la capital del sur, ampliando ese pasillo terrestre hasta Transnistria, una región prorrusa en Moldavia.

"El texto no descarta retornar a la tarea del 'asalto' de las principales ciudades ucranianas una vez que haya completado su objetivo principal. Esto hace que nos preguntemos, qué había estado tratando de hacer en las últimas semanas (sugiere que derrotar a la fuerza aérea y naval ucraniana)", tuiteó Lawrence Freedman, profesor emérito de Estudios de la Guerra en el 'King's College' de Londres. "También hace que no preguntemos qué planea hacer con las sustanciales fuerzas que tiene lejos del Donbás. ¿Las va a dejar en sus posiciones para ofensivas posteriores, en cuyo caso necesita abastecerlas y serían vulnerables a contraofensivas ucranianas? ¿O las retirará para apoyar la tarea principal? Eso parecería una derrota y crearía vulnerabilidades en la retirada y permitiría a Ucrania mover sus fuerzas al sur", agregó.

3. Desmilitarización ¿completada?

General Rudskoy: "La desmilitarización de Ucrania es conseguida tanto con bombardeos de alta precisión en infraestructuras militares, localización de formación y unidades militares, aeródromos, puntos de control, arsenales y depósitos de armamento y equipo militar, y por la acción de las tropas derrotando a grupos enemigos". El general ruso hace un balance —no verificado— de las bajas infligidas a sus adversarios, incluyendo la destrucción casi completa de las fuerzas navales y aéreas, la voladura de 16 aeródromos principales y 38 depósitos y arsenales con el 70% de su equipo militar, y más de 14.000 soldados enemigos muertos y otros tantos heridos. Al mismo tiempo, reconoce la pérdida de 1.351 soldados rusos, y otros 3.825 heridos, unas cifras considerablemente más bajas a las estimadas por los servicios de inteligencia occidental.

Pese a que las bajas y pérdidas de equipo militar de cada bando no pueden ser comprobadas, desde el comienzo de la guerra Ucrania ha estado recibiendo cada vez más ayuda militar, tanto equipos ofensivos como defensivos. La UE ha aprobado al menos 1.000 millones de euros para apoyar la compra de armas, equipos de protección y otros suministros bélicos. Además, los países individualmente han proporcionado armas al frente ucraniano. EEUU ha proporcionado más 2.000 millones de dólares en armamento, incluyendo misiles antiaéreos y antitanque, munición y otros artículos al frente. Washington está preparando un nuevo paquete de armas por valor de 800 millones de dólares, que espera enviar "en los próximos días". Una situación que reconoce y lamenta el general ruso, que asegura solo servirá para "retrasar el conflicto, e incrementar las víctimas sin poder influenciar el resultado de la operación".

Pero, en realidad, la 'desmilitarización' de Ucrania que perseguía Putin consiste en asegurarse de que Ucrania no albergará tropas o sistemas armamentísticos extranjeros y, especialmente, que Kiev no será aceptada como miembro de la OTAN. Este punto sería el que más avanzado estaría en las negociaciones que se han llevado a cabo hasta la fecha, donde se han barajado varias posibles soluciones potencialmente aceptables para ambas partes.

4. ¿Y la 'desnazificación'?

General Rudskoy: "El curso de las hostilidades, los testimonios de civiles que huyeron de las ciudades bloqueadas y de los soldados ucranianos capturados muestran que, a día de hoy, la habilidad de resistir de las Fuerzas Armadas de Ucrania está basada en el miedo a represalias de los neonazis. Sus representantes están en todas las unidades militares. El grueso del regimiento de Kiev son formaciones nacionalistas como Azov, Aidar, Right Sector y otras identificadas por Rusia como organizaciones terroristas".

La 'desnazificación' de un país liderado por un descendiente de judíos era otra de las grandes metas propagandísticas del Kremlin, un punto en el que ha insistido permanentemente y que no abandona en este mensaje. Sin embargo, Rusia ya renunció hace dos semanas a derrocar a Zelenski, cuyo Gobierno ahora reconoce. Así que este objetivo podría ser ahora centrado en la toma de Mariúpol, donde está basado el polémico batallón Azov, una unidad militar frecuentemente vinculada a movimientos neonazis, y la ocupación del Donbás, donde los rusos denuncian que los ucranianos "estaban cometiendo un genocidio durante los últimos ocho años" (una afirmación sin ningún respaldo o evidencia).

5. Un paseo militar

General Rudskoy: "En general, los principales objetivos de la primera fase de la operación han sido logrados. Las capacidades de combate de las Fuerzas Armadas de Ucrania ha sido reducida significativamente, lo que nos permite, de nuevo, concentrar nuestros esfuerzos en conseguir la liberación del Donbás".

La propaganda rusa no ha cedido ni un milímetro y ha pintado la operación como un éxito sin paliativos, pese al fiasco de la guerra relámpago y el uso indiscriminado de los bombardeos contra objetivos civiles —algo que Rudskoy niega varias veces en su discurso, pese a las numerosas evidencias— para lograr avances militares que no se produjeron. La cuestión es si el Kremlin asumirá el trasfondo real de la situación, en la que llevan estancados semanas sobre el terreno soportando ingentes bajas humanas y materiales, o si entramos en otra fase de la guerra que libra Vladímir Putin en su propia cabeza. "Sería cauto con proyectar (estas conclusiones). Hasta cierto punto, uno asumiría que Putin comprende la situación militar, la ve de forma pesimista y asume los límites de lo que el uso de la fuerza podría conseguir dado su pobre desempeño militar. Pero eso no está claro en este caso", concluye Kofman.

Tomado de:
https://www.elconfidencial.com/

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      JOE BIDEN DICE QUE VLADIMIR PUTIN “NO PUEDE PERMANECER EN EL PODER”,
                                      AL DAR EMOTIVO DISCURSO EN POLONIA


El mandatario estadounidense consideró la resistencia de Ucrania contra las fuerzas rusas como parte de una “gran batalla por la libertad”.


El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pronuncia un discurso en el Castillo Real de Varsovia, Polonia, el 26 de marzo de 2022. Polonia es la segunda parada de la visita europea de Biden. El presidente estadounidense voló el 23 de marzo a Bruselas, donde el 24 de marzo participó en una cumbre extraordinaria de la OTAN, la cumbre de líderes del G7 y la cumbre del Consejo Europeo.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó este sábado 26 de marzo que Vladimir Putin “no puede permanecer en el poder” y consideró “un fracaso estratégico” la invasión de Ucrania, que resiste desde hace más de un mes al asedio y los bombardeos ordenados por el presidente ruso.

Tras hablar con refugiados ucranianos en Varsovia, Biden calificó a Putin de “carnicero” y afirmó que “no puede permanecer en el poder”.

La Casa Blanca se apresuró a explicar que Biden no estaba incitando a un “cambio de régimen” en Rusia, sino a actuar para impedir que ejerciera algún “poder sobre sus vecinos o en la región”.

Biden abordó ese tema en su discurso en el castillo real de la capital polaca, al advertir a Moscú que no debía ocurrírsele ni por asomo pisar “una pulgada” de tierra de países de la OTAN, vinculados por la “obligación sagrada” de la defensa colectiva.

El conflicto, incluso limitado a territorio ucraniano, no tiene visos de terminar pronto, según el presidente estadounidense, para quien la batalla “entre democracia y autocracia” “no se ganará en unos días o meses”. Por lo cual, afirmó, “debemos armarnos para un largo combate”.

Putin ordenó el 24 de febrero la invasión, con los objetivos de destruir las capacidades militares de esta exrepública soviética y de derrocar al gobierno prooccidental de Volodimir Zelenski.

Pero más de un mes después, las tropas rusas suman magros avances, no han logrado capturar prácticamente ninguna ciudad importante y los ataques contra civiles son cada vez más letales.

El viernes, un alto oficial ruso anunció que en adelante la ofensiva se centraría en la “liberación” del Donbás, en el este del país, ya dominado parcialmente por grupos separatistas prorrusos.

El cambio se debería a que “los principales objetivos de la primera fase de la operación fueron alcanzados” y que “las capacidades de combate de las fuerzas ucranianas fueron reducidas de manera significativa”.

Biden, que durante el día el sábado se reunió con dos ministros ucranianos, puso en duda que Moscú hubiese variado de estrategia. “No estoy seguro de que hayan cambiado”, dijo al ser interrogado en Varsovia sobre las implicaciones de ese cambio.

Biden no tiene en cambio “duda alguna de que esta guerra ya es un fracaso estratégico de Rusia”, según afirmó en su discurso posterior.

Tomado de:
https://www.eluniverso.com/

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       ¿PODRÍA SER PUTIN JUZGADO POR UN CRIMEN DE LESA HUMANIDAD?

El mandatario ruso podría ser juzgado por el Tribunal de La Haya pero también podría salir totalmente impune de este conflicto armado contra Ucrania.


Vladimir Putin podría ser juzgado por el CPI por crímenes de guerra y de lesa humanidad / EFE

La ofensiva militar por parte de Rusia sobre Ucrania se recrudece atacando Járkov, Mariupol y Jersón. El presidente ucraniano advierte sobre la responsabilidad de su homólogo ruso: "Son crímenes de guerra. Han atacado barrios de civiles, ha sido una aniquilación de personas".

Son muchas las voces que se han alzado contra Vladimir Putin y su cruzada. Entre ellas las que piden que el gobernante ruso sea juzgado por crímenes de guerra y de lesa humanidad en Ucrania.

En el primer día de negociaciones entre ambos territorios las ofensivas siguen su curso.

¿Puede ser juzgado Vladimir Putin?

El delito de lesa humanidad se define como el ataque sistemático o generalizado contra la población civil. Los crímenes de guerra son aquellas infracciones de gran gravedad del Derecho Internacional Humanitario que se llevan a cabo durante un conflicto armado.

El pasado viernes, Karim Khan, fiscal jefe de la Corte Penal Internacional, CPI, ya avisó el pasado viernes de que su jurisprudencia también abarca este tipo de delitos, como el de lesa humanidad o los crímenes de guerra, tal y como recoge el artículo 5 de su Estatuto que da competencia a la CPI para conocer crímenes de guerra, de lesa humanidad, de agresión o de genocidio. Sus palabras van dirigidas a "todas las partes que llevan a cabo hostilidades en Ucrania" y quiso recalcar que "cualquier persona que cometa tales delitos, ya sea ordenando, incitando o contribuyendo de otra manera a su comisión, puede ser procesada ante la corte. Es imperativo que todas las partes en el conflicto respeten sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario".

El fiscal jefe se encuentra dentro de una misión en Bangladesh y ha querido asimismo mostrar su preocupación por la situación actual, confirmando que La Haya intervendrá en lo acontecido en Ucrania. De hecho, en el año 2020, la Corte Penal Internacional ya abrió una investigación en el país ucraniano, por los presuntos delitos de lesa humanidad y crímenes de guerra cometidos en la península de Crimea con las autoproclamadas repúblicas de Lugansk y Donetsk.

No obstante, Rusia también podría salir impune de esta situación. Manuel Ollé, profesor de derecho penal internacional de la Universidad Complutense de Madrid y socio director de Ollé Sesé Abogados, en declaraciones a Confilegal, ya advertía de esta posibilidad: "Primero, porque Rusia jamás ha suscrito el Estatuto de Roma. No lo reconoce. Por tanto, la Corte Penal Internacional no tiene competencia. Segundo, la CPI podría entrar a conocer el asunto si Rusia se autodenunciara. Pero esto es altamente improbable. Y tercero, podría caber la posibilidad de que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas remitiera lo sucedido a la CPI. Porque es más que evidente que Putin ha vulnerado el artículo 2.3 y 2.4 de la Carta de las Naciones Unidas que dice que sus miembros tienen que arreglar sus controversias por medios pacíficos y que se abstendrán de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad territorial de cualquier estado".

Para ello, tan solo habría que acudir a dos precedentes en la historial del Tribunal: Saif al Islam al Gadafi, hijo del presidente de Libia, y , Omar al-Bashir, ex presidente de Sudán. "La propia Rusia forma parte de ese Consejo de Seguridad. Además, se da la circunstancia de que ninguno de los tres miembros permanentes del Consejo de Seguridad –Estados Unidos, China y Rusia– han suscrito el Estatuto de Roma, que de vida a la CPI", concluye el experto.

Tomado de:
https://www.diariodesevilla.es/

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                   ¿QUÉ PAÍSES FORMABAN PARTE DE LA UNIÓN SOVIÉTICA?

El nuevo estado comunista fue el sucesor del Imperio Ruso y el primer país del mundo basado en el socialismo marxista.




Por: TALYA KIVANC

Fundada en 1922 como una confederación de Rusia, Bielorrusia, Ucrania y Transcaucasia, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) eventualmente creció hasta 15 repúblicas y una superpotencia mundial. Casi 130 grupos étnicos poblaron el vasto país, que abarcó 11 zonas horarias.

De las quince repúblicas constituyentes de la URSS, tres de estos países declararon y obtuvieron la independencia unos meses antes de la caída de la Unión Soviética en 1991. Los 12 restantes no se independizaron hasta que la URSS cayó por completo el 26 de diciembre de 1991. Estas son las 15 repúblicas y lo que les sucedió en las décadas posteriores a la desintegración de la URSS:

1. Rusia:

Después de la disolución de la Unión Soviética, su preeminente república soportó una disfunción política y luchó por privatizar su economía de mando central. Si bien los oligarcas acumularon una gran riqueza, la mayoría de los rusos enfrentaron una alta inflación y escasez de suministros. Un año después de que el presidente de la Federación Rusa, Boris Yeltsin, pusiera fin a una crisis constitucional de 1993 al ordenar al ejército bombardear el edificio legislativo del país, lanzó una guerra desastrosa en la república separatista de Chechenia. El 31 de diciembre de 1999, Yeltsin anunció su renuncia y nombró a Putin presidente interino.

2. Ucrania:

Una vez conocida como el granero de Europa por sus abundantes campos de trigo, Ucrania representó una cuarta parte de la producción agrícola de la URSS. Desde la independencia, la política del país ha oscilado entre gobiernos pro-rusos y pro-europeos. En 1994, Ucrania se convirtió en la primera ex-república soviética en transferir el poder pacíficamente a través de una elección, y pasó al capitalismo durante la próxima década. Rusia anexó Crimea mientras que los rebeldes pro-rusos lanzaron una insurgencia en el este de Ucrania. En 2019, el ex-actor y comediante Volodymyr Zelenskyy fue elegido nuevo presidente de la nación. En los últimos días, Ucrania ha sido atacada en la mayor operación militar europea desde la Segunda Guerra Mundial.

3. Bielorrusia:

Los vestigios soviéticos como la KGB y una economía altamente centralizada han perdurado en la Bielorrusia posterior a la independencia. El único presidente post-soviético del país, Alexander Lukashenko, consolidó un poder casi absoluto a través de un régimen represivo. Una república fundadora de la URSS, Bielorrusia se ha resistido a la privatización y mantiene estrechos vínculos con Rusia.

4. Moldavia:

Después de la independencia, los políticos pro-rusos y pro-UE han competido por el control de Moldavia. Si bien la agitación política y la corrupción endémica han mantenido a Moldavia entre los países más pobres de Europa, se ha movido con cautela hacia el capitalismo de mercado y la membresía plena en la UE.

5. Kazajistán:

Después de la independencia, Kazajistán privatizó su economía, que se multiplicó por diez en dos décadas debido a las reservas de petróleo mayores que las de cualquier ex-república soviética, excepto Rusia. Proclamado el “padre de la nación”, Nursultan Nazarbáyev ocupó la presidencia durante casi 30 años. Además de suprimir la oposición política, el autócrata revivió la cultura kazaja y diseñó la construcción de una nueva capital nacional, que ahora lleva su nombre. Kazajistán mantiene fuertes relaciones tanto con Occidente como con Rusia, a la que llamó para ayudar a sofocar las protestas masivas en 2022 por los precios del gas licuado y la creciente desigualdad.

6. Kirguistán:

Inicialmente, se destacó como uno de los países con mayor orientación democrática de Asia central después de la elección presidencial de 1991 de Asakar Akayev, quien adoptó políticas liberales. Sin embargo, a medida que el país experimentó un fuerte declive económico, Akayev se volvió cada vez más autoritario hasta que las protestas a favor de la democracia lo obligaron a dejar el poder en la Revolución de los Tulipanes de 2005. Protestas similares llevaron al sucesor de Akayev a renunciar en 2010.

7. Tayikistán:

Después de la independencia estalló una guerra civil de cinco años en 1992 entre los comunistas y una alianza de reformadores democráticos pro-occidentales e islamistas. Respaldado por las tropas rusas, el actual presidente Emomali Rahmon asumió el poder en noviembre de 1992 y ha reforzado el control reprimiendo a los opositores políticos y a la prensa. Acosado por la corrupción generalizada, el régimen autoritario depende en gran medida de la ayuda económica de Rusia.

8. Turkmenistán:

Turkmenistán ha estado entre las más represivas de las ex-repúblicas soviéticas. El jefe del Partido Comunista, Saparmurat Niyazov, mantuvo el poder después del colapso de la Unión Soviética y perpetuó un culto a la personalidad en el que se erigieron estatuas a su semejanza y los días de la semana y los meses del año fueron renombrados con su nombre y el de sus familiares. Después de su muerte en 2006, el sucesor Gurbanguly Berdymukhammedov mantuvo un gobierno autoritario.

9. Uzbekistán:

En Uzbekistán, el líder del Partido Comunista, Islam Karimov, ganó fácilmente las primeras elecciones presidenciales del país y gobernó el país más poblado de Asia Central durante un cuarto de siglo hasta su muerte en 2016. El sucesor de Karimov, Shavkat Mirziyoyev, ha continuado consolidando el poder y limitando la oposición política, mientras profundiza los lazos con Rusia.

10. Azerbaiyán:

Desde la independencia, los crecientes ingresos del petróleo y los contratos con empresas petroquímicas occidentales han traído prosperidad y corrupción a Azerbaiyán. El exlíder del Partido Comunista Heydar Aliyev y su hijo, Ilham, han sido los únicos líderes de Azerbaiyán desde 1993.

11. Armenia:

La historia postsoviética del país se ha definido por dos disputas diplomáticas con sus vecinos: una búsqueda para lograr que Turquía acepte que la masacre de cientos de miles de armenios durante la era otomana tardía constituyó un genocidio; y la búsqueda de una solución política a un conflicto con Azerbaiyán por el territorio de Nagorno-Karabaj. Armenia ha experimentado turbulencias políticas, incluido el asesinato de su primer ministro dentro del parlamento en 1999. Es el más pobre de los países transcaucásicos (Azerbaiyán, Armenia y Georgia).

12. Georgia:

Georgia se convirtió en la primera república soviética en celebrar elecciones democráticas en 1991 cuando el disidente soviético Zviad Gamsakhurdia ganó la presidencia. Sin embargo, su mandato fue breve y un golpe militar llevó al poder al ex ministro de Relaciones Exteriores soviético Eduard Shevardnadze en 1992. La corrupción generalizada y la inestabilidad económica llevaron a la pacífica Revolución de las Rosas en 2003 que expulsó a Shevardnadze del poder. Georgia se ha vuelto cada vez más hacia Occidente y firmó un acuerdo de asociación con la UE en 2014.

13. Lituania, Letonia y Estonia:

Lituania se convirtió en la primera república soviética en declarar su independencia en marzo de 1990. El líder soviético Mijaíl Gorbachov instituyó un bloqueo económico y desplegó el Ejército Rojo en enero de 1991, pero no pudo sofocar el movimiento independentista. Semanas después de un golpe de estado fallido de los comunistas de línea dura en Moscú en agosto de 1991, la Unión Soviética reconoció la independencia de los países bálticos. Los estados se volvieron hacia Europa occidental a medida que se transformaban en democracias estables y adoptaban el capitalismo de mercado. Los tres recibieron la membresía de pleno derecho en la UE y la OTAN en 2004; Estonia adoptó el euro como moneda en 2011, seguida de Letonia en 2014 y Lituania en 2015.

Tomado de:
https://www.larazon.es/

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Area de Discusión / JUSTICIA PARA EL CAPITOLIO
« en: Marzo 12, 2022, 04:04:37 pm »
                                          JUSTICIA PARA EL CAPITOLIO

El primer juicio a uno de los asaltantes del 6 de enero envía una poderosa señal al mundo extremista de EE UU


Imagen del asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021.
SHANNON STAPLETON (REUTERS)


Un jurado federal de Estados Unidos necesitó el martes apenas dos horas y media de deliberación para declarar culpable al primer extremista juzgado por delitos relacionados con el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021. Guy Reffitt, de 49 años y residente en Texas, estaba acusado de cinco delitos que le pueden acarrear hasta 20 años de prisión. La sentencia se conocerá en junio. Se trata de la primera condena en una sala de juicios por aquellos hechos, 14 meses después, y envía un potente mensaje de la justicia norteamericana en varios niveles, principalmente hacia un peligroso universo político que lleva un año tratando de blanquear lo que allí sucedió a la vista del mundo entero.

A pesar de la falta de titulares llamativos, la sentencia de este martes revela que la fiscalía tiene herramientas para hacer justicia en un caso enormemente complicado. El FBI calcula que más de 2.000 personas llegaron a entrar en el Capitolio aquel día. Alrededor de 750 personas han sido detenidas. De ellas, 210 se han declarado culpables y 39 han sido condenados a penas de prisión. Reffitt ha sido el primer caso en llegar a juicio, y el veredicto de culpabilidad es inequívoco y contundente. El precedente supone un aviso a los 500 procesos pendientes sobre la conveniencia de declararse culpables antes de arriesgarse a ir a juicio. Reffitt abre la puerta a que, en el balance final, haya cientos de culpables condenados por el intento de golpe de anular la elección por la fuerza.

El veredicto coincidió además en la fecha con la detención de Enrique Tarrio, líder del grupo ultra Proud Boys, una banda de extremistas notoria por haber recibido la complicidad tácita de Donald Trump. Los cargos de Tarrio tienen que ver con la coordinación del ataque, lo que revela una investigación de la preparación profunda del asalto, no solo el estallido de ira espontáneo de la turba. La investigación se acerca también a los más estrechos colaboradores de Trump en la Casa Blanca.

Falta un último ámbito de responsabilidad, el político. A principios de febrero, el Partido Republicano alcanzó un nuevo nivel de indignidad cuando calificó en un documento político a los asaltantes del Capitolio como “personas corrientes” y al asalto en sí como “legítimo discurso político”. Pero en paralelo, los tribunales están por fin en el camino de establecer como verdad judicial lo que el mundo entero vio por televisión: que una turba coordinada por un grupo de ultras intentó dar un golpe de Estado a favor de Donald Trump.

Tomado de:
https://elpais.com/

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     EEUU IGUALA EL RÉGIMEN COMERCIAL DE RUSIA AL DE CUBA Y COREA DEL NORTE
                                            Y PROHÍBE IMPORTACIONES
                                                    Por: PABLO PARDO


Desde hoy, los estadounidenses no podrán comprar caviar, vodka, marisco y diamantes rusos



El presidente de Estado Unidos, Joe Biden, ha solicitado al Congreso de ese país que deje a Rusia con la misma consideración en materia de comercio que Cuba y Corea del Norte. Ni siquiera Irán, que hasta la invasión de Ucrania era el pías con más sanción a económicas del mundo -un puesto que le ha arrebatado Rusia- estará en una situación similar si el Legislativo estadounidense accede a la petición del presidente. Además, y a un nivel más simbólico que otra cosa, Biden ha prohibido las importaciones de caviar, vodka, marisco y diamantes rusos.

La medida más dura es el cambio del régimen comercial. Biden quiere que Rusia pierda la consideración de 'nación más favorecida', lo que abre la puerta a que los bienes rusos que no estén sometidos a sanciones podrán tener, al menos en teoría, aranceles muy superiores a los que aplica a los demás países. Canadá ya adoptó una decisión similar la semana pasada.

En todo caso, solo el 5% de las exporta rusas van a EEUU. El principal socio comercial de Moscú es la UE, que acumula un tercio de las ventas rusas en el exterior. Bruselas ha declarado que estudia adoptar una medida similar a la de Washington pero por el momento no lo ha hecho.

En una intervención televisada desde la Casa Blanca, Biden también ha adelantado que los países del G7 trabajarán para cerrar a Rusia cualquier fuente de financiación procedente de instituciones financieras internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM).

"Putin es el agresor y debe pagar el precio por ello. No puede seguir tomando acciones que amenazan los fundamentos de la paz y la estabilidad internacional y luego pedir ayuda financiera a la comunidad internacional", ha dicho el presidente estadounidense, en declaraciones recogidas por EFE.

Pese a haber sido anunciada por Biden, la retirada del trato denominado de "Nación Más Favorecida" a Rusia debe ser aprobada por el Congreso estadounidense, algo que se espera que salga adelante sin problema al contar con apoyos tanto demócratas como republicanos.

Este es uno de los principios fundamentales del comercio internacional por el que vela la Organización Mundial del Comercio (OMC), y Ucrania y Canadá ya se lo han retirado a Rusia. Según la Casa Blanca, el resto de países miembros del G7 y la Unión Europea (UE) también seguirán los mismos pasos.

Tomado de:
https://www.elmundo.es/

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                   LA REACCIÓN DE LOS LÍDERES LATINOAMERICANOS FRENTE
                                           A LA INVASIÓN RUSA EN UCRANIA


La mayoría de gobiernos rechazaron categóricamente el empleo de la fuerza y como se esperaba, los autoritarismos de la región cerraron filas en apoyo a Rusia.



Por Xavier Rodríguez Franco / Latinoamérica21

Las tensiones en la frontera oriental de Ucrania desembocaron el pasado 24 de febrero en la invasión masiva por parte de Rusia, la más reciente de las 28 incursiones militares que ha hecho fuera de sus fronteras desde 1991. Durante las primeras 48 horas de las hostilidades, las reacciones de los Gobiernos del mundo no se hicieron esperar, sobre todo a través de las redes sociales. Los Gobiernos latinoamericanos, en su mayoría, rechazaron categóricamente el empleo de la fuerza en la resolución del conflicto, sin embargo, como era de esperarse, los autoritarismos de la región cerraron filas en apoyo a Rusia.

Las voces latinoamericanas en el Consejo de Seguridad

Dentro de la posición diplomática predominante de condena a la invasión se destacan principalmente México y Brasil. Estos son miembros no permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y desde las primeras horas del mismo jueves 24 han venido sesionando de emergencia con el fin de generar una resolución que permita, ante todo, el cese al fuego. De momento no se ha conseguido, ya que Rusia ha ejercido el derecho de veto a pesar de ser el único voto en contra de la resolución.

En estas deliberaciones, tanto la vocería del representante de Brasil, Ronaldo Costa Filho, como la embajadora mexicana, Alicia Buenrostro, sintonizaron -a pesar de las diferencias ideológicas de ambos Gobiernos- en el rechazo a lo que llamaron una “flagrante violación al derecho internacional”. Ambos destacaron la importancia del retorno a las negociaciones, al cumplimiento de los acuerdos de Minsk, y advirtieron del costo humano que esta incursión armada causará. Incluso la diplomática mexicana cuestionó de forma directa al representante ruso Vasili Alekseyevich Nebenzia por haber asegurado varias veces que Rusia no invadiría Ucrania.

Además de estos pronunciamientos, los Gobiernos como el de Brasil, Colombia, Ecuador y Perú han coordinado esfuerzos desde el viernes 25 de febrero para colaborar en la labor logística de evacuación de sus nacionales en Ucrania o en las naciones de Europa del Este.

En América Latina, mientras tanto, se han dejado entrever los movimientos de las potencias enfrentadas. El mismo día que comenzó el bombardeo aéreo, el flamante ministro de Defensa de Honduras, José Zelaya, recibió en Tegucigalpa a la comandante general del Comando Sur de Estados Unidos, Laura Richardson, quien ofreció ayuda militar al nuevo gobierno. Por su parte, el presidente del Parlamento ruso, Viacheslav Volodin, se reunía en La Habana con el presidente cubano Miguel Díaz-Canel. Unas imágenes anecdóticas, pero que pareciera dejar claras las tendencias y alianzas que tienen los Gobiernos de la región frente a los acontecimientos internacionales.

Voces discordantes

La reacción diplomática inmediata ha sido mayoritariamente de rechazo al uso de la fuerza por parte del Gobierno ruso. Sin embargo, en el caso del presidente boliviano Luis Arce, este hizo un pálido llamado a la paz sin mayores calificativos sobre el conflicto, mientras que el mediático presidente de El Salvador, Nayib Bukele, quien ha cuestionado la credibilidad de Estados Unidos antes de la ofensiva rusa, aún no se ha pronunciado.

Como era de esperarse, Cuba, Nicaragua y Venezuela “cerraron filas” apoyando abiertamente las acciones militares de Rusia siguiendo en sus comunicados oficiales la línea argumental de que este país busca liberar a Ucrania del fascismo y defender a las minorías prorrusas de un presunto “genocidio” en curso conducido por el Gobierno ucraniano. De esta manera, estos Gobiernos, de inocultable deriva dictatorial, acercan posiciones con uno de los pocos aliados internacionales que aún mantienen.

Estas visiones están alineadas con la narrativa propagandista auspiciados por el Kremlin. Incluso, algunas cuentas oficiales de redes sociales de estos Gobiernos propagan abiertamente las versiones de medios rusos como RT o Sputnik -vetados por la Unión Europea y Facebook-, así como de otros medios de comunicación alineados ideológicamente con Rusia, tales como Telesur y Al Mayadeen.

Esta notoria discordancia revela un abierto distanciamiento con dos de los principios rectores del derecho internacional: el principio de autodeterminación y el rechazo al uso de la fuerza para la resolución de los conflictos. De esta manera, queda también en evidencia el distanciamiento de estas tiranías de izquierda radical con los nuevos Gobiernos de izquierda democrática de la región.

Estas declaraciones discordantes, sin embargo, son minoritarias y contrastan con los mensajes diplomáticos de la mayoría de los Gobiernos de la región en rechazo al uso injustificado de la fuerza y la búsqueda de una resolución pacífica a un conflicto que sigue dejando víctimas a su paso.

Xavier Rodríguez Franco, cientista político. Productor del podcast de Latinoamérica21. Licenciado de la Universidad Central de Venezuela y de la Universidad Autónoma de Barcelona. Magíster en Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Salamanca. Editor de Parlamundi Venezuela. www.latinoamerica21.com, medio plural comprometido con la divulgación de opinión crítica e información veraz sobre América Latina.

Tomado de:
https://www.eluniverso.com/

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            REUNIÓN ENTRE UCRANIA Y RUSIA TERMINA SIN ACUERDOS PARA CESE AL FUEGO
                                                    Y CORREDORES HUMANITARIOS




El ministro de Exteriores ucraniano, Dmitro Kuleba dijo que la reunión “había sido fácil y difícil a la vez”, al mantener Serguei Lavrov “su habitual discurso sobre Ucrania”, y subrayó que su propio propósito en la entrevista había sido humanitario

Por EFE – El Nacional

Ucrania y Rusia no han logrado este jueves avances sobre la apertura de un corredor humanitario para evacuar la ciudad de Mariúpol, sitiada por las tropas rusas, ni para lograr un alto el fuego, anunció en ministro de Exteriores ucraniano, Dmitro Kuleba, tras una reunión con su homólogo ruso, Serguei Lavrov.

«He venido con un objetivo humanitario. Abrir un corredor humanitario para la gente que quiere salir de Mariúpol. Desafortunadamente, el ministro Lavrov no estaba en posición de comprometerse, dijo Kuleba a los medios tras el breve encuentro.

El ministro dijo que la reunión «había sido fácil y difícil a la vez», al mantener Lavrov «su habitual discurso sobre Ucrania», y subrayó que su propio propósito en la entrevista había sido humanitario.

«El lugar más crítico es ahora Mariúpol, bombardeada desde el aire y con artillería. Vine aquí para conseguir un pasillo humanitario que permita a los civiles que lo deseen huir de la ciudad y para llevar ayuda humanitaria», dijo Kuleba.

«También hablamos de un alto el fuego de 24 horas para resolver los asuntos humanitarios más urgentes. No hemos hecho progresos, porque al parecer en Rusia hay otras personas que deciden eso», dijo el diplomático.

«Creo que cuando dos ministros de Exteriores se encuentran, tienen un mandato de negociar, por habérseles sido confiado por sus dirigentes, su Parlamento, y estoy dispuesto a avanzar en esto para poner fin al sufrimiento de civiles y permitir salirles de las zonas ocupadas por las fuerzas rusas», dijo Kuleba.

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https://dolartoday.com/

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        CHINA INSISTE EN CULPAR A EE UU Y LA OTAN DE LA GUERRA EN UCRANIA

Pekín retoma este argumento un día después de apoyar las negociaciones entre Moscú y Kiev en una conversación del presidente Xi con Scholz y Macron


El presidente ruso, Vladímir Putin, y su homólogo chino, Xi Jinping, en una imagen de archivo de abril del 2019. KENZABURO FUKUHARA / GETTY

Una de cal y otra de arena. Un día después de que la conversación a tres entre el presidente chino, Xi Jinping, el jefe del Estado francés, Emmanuel Macron, y el canciller alemán, Olaf Scholz, se desarrollara con aparente razonable cordialidad, y todos acordaran apoyar las negociaciones entre Rusia y Ucrania, el Ministerio de Exteriores chino ha retomado su argumentario: que la OTAN, y sobre todo Estados Unidos, son responsables de que las tensiones entre Rusia y Ucrania llegaran “al límite” y estallara la guerra.

“Lo que la OTAN, liderada por Estados Unidos, ha hecho es lo que gradualmente ha llevado al conflicto entre Rusia y Ucrania al límite”, ha sostenido el portavoz Zhao Lijian en la rueda de prensa diaria del ministerio en Pekín. “Obviando sus propias responsabilidades, en su lugar, Estados Unidos critica la posición de China en la cuestión ucrania” e intenta “perjudicar a China y a Rusia al mismo tiempo para mantener su hegemonía”, ha asegurado.

Pekín, que ha adoptado una posición de neutralidad sesgada hacia Rusia, no ha condenado la invasión de Ucrania. En cambio, sostiene que la presión de Estados Unidos y la perspectiva de una futura ampliación de la OTAN dejaron sin respuesta las “preocupaciones legítimas de seguridad” del presidente ruso, Vladímir Putin, lo que precipitó el conflicto.

Aunque las acusaciones contra la OTAN y Estados Unidos son casi diarias en las declaraciones de los dirigentes y funcionarios chinos sobre la guerra, Xi optó por dejarlas fuera de la conversación con Macron y Scholz. O, al menos, no figuran en el comunicado oficial de Pekín sobre el encuentro telemático.

Haciéndose eco de lo que ya había expuesto el día antes el presidente chino en su conversación con los líderes europeos, el portavoz ―el representante más célebre de la nueva generación de la nueva diplomacia china conocida como de los “guerreros lobos”, más agresiva verbalmente en la defensa de los intereses de su país― criticó las sanciones que Occidente ha impuesto a Moscú como represalia por el ataque al país vecino.

“Las sanciones nunca han sido una manera efectiva de resolver los problemas. China se opone firmemente a cualquier forma de sanciones unilaterales”, declaró Zhao. El día previo, Xi había expuesto a Macron y a Scholtz que este tipo de medidas ponen en peligro la recuperación económica global tras la pandemia y puede tener consecuencias sobre las cadenas de suministro, la energía, el transporte y las operaciones financieras globales.

“A la hora de afrontar la cuestión ucrania y sus relaciones con Rusia, Estados Unidos debería tomar en serio las preocupaciones de China, y no perjudicar los derechos y los intereses de China de ninguna manera”, agregó el portavoz.

Desde que el lunes el ministro de Exteriores del país asiático, Wang Yi, indicara en una rueda de prensa la disposición de Pekín a desempeñar un papel mediador “si resulta necesario” y “junto a la comunidad internacional”, las miradas se han vuelto hacia China como posible intermediaria en el conflicto. Ucrania ya le había pedido su intercesión, en una conversación entre el ministro de Exteriores de ese país y el propio Wang.

En un gesto simbólico, las autoridades chinas han enviado el primer cargamento de ayuda humanitaria de su Cruz Roja a la de Ucrania. Según ha indicado Zhao, el cargamento, por valor de cinco millones de yuanes (unos 712.000 euros), incluye alimentos y artículos de primera necesidad.

Al tiempo que cuenta con buenas relaciones con Kiev, China tiene capacidad de presión sobre Rusia. La duda de analistas y diplomáticos es si querrá ejercerla. Los dos son socios estratégicos, en una relación que ambos gobiernos han venido estrechando a lo largo de la última década y que se elevó a un nivel nunca visto durante la reunión del 4 de febrero en Pekín entre Putin y Xi con ocasión de la inauguración de los Juegos Olímpicos de invierno.

Entonces, ambos dirigentes suscribieron una declaración conjunta en la que describían su cooperación como un lazo “sin límites”. En su rueda de prensa, Wang quiso dejar claro que la invasión no ha afectado esa cercanía. Los lazos entre ambos gobiernos, subrayó, son “sólidos como una roca” y la cooperación entre los dos países continuará haciéndose más y más profunda “por sombría que sea la situación”.

En la reunión virtual del martes, Xi subrayó que los tres gobiernos deben apoyar las conversaciones de paz entre Rusia y Ucrania que se desarrollan en la frontera bielorrusa y de las que se han completado ya tres rondas, sin apenas avances. Europa, de un lado, y China, de otro, deben promover que los dos bandos “mantengan el impulso de las negociaciones, superen las dificultades y continúen las negociaciones para alcanzar resultados y lograr la paz”, indica la versión de la reunión divulgada por Xinhua.

“China deplora profundamente ver una nueva guerra en Europa”, aseguró el presidente chino, que pidió la “máxima contención”, en lo que representan sus comentarios públicos más directos hasta el momento sobre el conflicto bélico.

Tomado de:
https://elpais.com/

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